Guía práctica para diseñar un UX portfolio irresistible
El portfolio de un UX designer es muy diferente al de un fotógrafo, un publicista, e incluso un diseñador gráfico. Muy a menudo relacionamos el perfil de un diseñador con la creatividad, incluso con la genialidad, como si se tratase de alguien que trabaja en solitario a la madrugada en una habitación oscura y se le ocurren ideas increíbles, disruptivas e irrepetibles. Si pensabas eso, lamento mucho romper tu ilusión, porque los UXers somos mucho menos glamurosos.
En el mundo de experiencias de usuario importan otras habilidades que van más allá de la estética: la empatía, la capacidad de resolver problemas o el proceso que seguís a enfrentarte a un proyecto. Por supuesto, tenés que tener criterio, el “ojo desarrollado” y “buen gusto”; pero, como dije muchas veces, en UX hacemos mucho más que diseños lindos.
Tus habilidades blandas tienen que verse reflejadas en tu portfolio, y en este artículo no solo te voy a explicar por qué; también vamos a repasar todo lo que tiene que incluir tu portfolio para que esté destinado a triunfar.
Diseñar tu portfolio es un trabajo de UX
Tomarte en serio la tarea de diseñar tu portfolio como si se tratase de un producto -que en realidad lo es- es el mejor consejo que puedo darte. Ese es el mindset correcto, el que va a garantizarte resultados, el que va a convertir tu portfolio en ganador.
¿Qué es lo primero que definís cuando te enfrentás a un proyecto nuevo? Los objetivos y tu user persona, claro. Tu objetivo es conseguir un trabajo como UXer y tus perfiles de usuario son dos: los reclutadores y los líderes UX de tu potencial nuevo equipo de trabajo. En ese orden. Tu desafío es lograr que tu portfolio sea atractivo y entendible para ambos perfiles, donde uno tiene mucho más conocimiento sobre UX que el otro.
Introduzcámonos un poco en el mundo del reclutamiento. En un proceso de selección, generalmente el reclutador es quien filtra los currículums: selecciona los más sobresalientes y los invita a una primera entrevista. Según la empresa, la segunda o tercera entrevista es con los líderes o compañeros con los que trabajarías, y durante todo este proceso irán corroborando tu portfolio buscando pistas que demuestren que sabés hacer lo que en las entrevistas decís que sabés hacer. También van a tomarlo como referencia para hacerte preguntas con el objetivo de conocer más sobre tu proceso.
La clave está en el proceso
Todos los UX/UI designers diseñan “bonito”. Al ser un requisito básico que demanda el puesto, es algo que se da casi por sentado. ¿Qué más tenés para ofrecer? Tu proceso. Con “proceso” me refiero a todo el trabajo y el razonamiento mental que hay detrás de las decisiones que tomás al enfrentarte a un proyecto, pero ya vamos a profundizar en esto más adelante.
Diseño y justificación
Supongamos que hiciste un prototipo de baja fidelidad y luego lo llevaste directamente a alta. ¿Por qué lo hiciste? ¿Te faltaba tiempo? ¿Hiciste un user flow detallado antes de sentarte a dar detalles en Figma? ¿Qué aprendiste de ello? Si tuvieras que hacerlo de nuevo, ¿qué harías de diferente?
Pensá que cada decisión que tomes debe estar justificada. No hace falta que escribas un ensayo larguísimo, con un breve párrafo claro y conciso es más que suficiente. Los líderes UX quieren observar y entender tu proceso, así podrán proyectar cómo podrías adaptarte al equipo. Ponete siempre de lado del usuario.
El caso de estudio es la clave del éxito
La mejor manera, más prolija y más profesional de documentar tu proceso es a través de un caso de estudio, que es un artículo que cuenta todo el proceso de diseño. Contiene: el user research, los insights que encontraste, los borradores que realizaste, las alternativas que creaste antes de llegar a un diseño final, cómo abordaste tus errores, cómo te tomaste el haberte equivocado en algo, cómo resolviste esa situación, qué métodos de testeo realizaste, cuáles son los resultados que obtuviste y obviamente, qué aprendiste.
El esquema de un caso de estudio
Podés diseñar tu caso de estudio en Figma, en una presentación de Google o subir las imágenes a Behance y agregar párrafos de texto que cumplan la función explicativa; sea cual sea el formato que elijas, tenés que incluir:
– Una descripción general, donde escribís un breve resumen del producto en el que estuviste trabajando para que se entienda el objetivo del proyecto.
– El planteo del problema, donde demuestres que sabés bien cuál es la motivación del proyecto y que tu propuesta está pensada para responder a un problema real de usuarios reales, incluso aunque nunca se haya ejecutado (si es proyecto personal).
– Una construcción de usuarios clara, donde incluyas las proto personas o user personas que mapeaste.
– Un detalle de las responsabilidades que tuviste, donde expliques cuál fue tu rol en el proyecto y de qué te encargaste específicamente.
– Las restricciones o obstáculos a los que te enfrentaste, donde cuentes cómo accionaste ante las dificultades que se te fueron presentando y por qué.
Plataformas disponibles para subir tu trabajo
Ya tengo mi portfolio listo. ¿Y ahora qué? ¿A dónde lo subo?
Voy a darte tres posibles opciones para presentar tu UX/UI portfolio: plataformas creadas exclusivamente para subir portfolios como Behance o Dribble, una página web y un PDF.
- Behance o Dribble. Estos espacios fueron creados para que las personas puedan subir y ver los trabajos de otras personas. Una vez que te creás una cuenta, podés subir “proyectos”, que son los distintos trabajos que vas a agregar en tu perfil, y copiar el link de tu perfil o de un proyecto puntual si te interesa hacer foco en uno de ellos. para incluirlo en tu perfil de LinkedIn, CV o para enviárselo al reclutador. Tanto Behance como Dribble son muy buenas opciones, gratuitas y muy intuitivas. No por nada son las más usadas entre diseñadores, lo que quiere decir que las personas de Recursos Humanos están muy familiarizadas con ellas.
- Página web. Es una muy buena opción, aunque algo arriesgada, ya que la experiencia de navegación en tu sitio debe ser impecable. Como UXer, no podés darte el lujo de que no sea así. Si la experiencia o el diseño no son muy buenos, entonces va a restarte más puntos de lo que te suma. Por otro lado, una excelente alternativa es Adobe Portfolio, que te da la posibilidad de crear tu propio website para este propósito. Lo mejor: ¡Lo tenés gratis con tu suscripción a Adobe Creative Cloud!
- Archivo PDF. Muchas veces, en los portales de empleo te piden adjuntar un documento para aplicar a una postulación en vez de linkear una dirección web. Es en esas ocasiones donde es vital tener un PDF con tu portfolio actualizado, aunque no recomiendo usar el PDF como único soporte donde guardar tu trabajo.
El mundo tiene que saber de tu talento
Vivimos en un mundo en el que tener talento no basta si los demás no saben que tenés talento. Por lo tanto, tener un portfolio optimizado debe ser parte de una estrategia más grande, que es el desarrollo de tu marca personal como profesional. Seguí trabajando en tu perfil de LinkedIn, interactuando con colegas y compartiendo tus conocimientos, hallazgos y experiencias, sin perder de vista que conseguir tu meta será el resultado de varias acciones pequeñas.
Al fin y al cabo, tu portfolio no es más que una herramienta más para demostrarle al mundo lo que tenés para aportar. Y recordá: El portfolio exitoso es el que consigue que te contraten, aunque eso signifique arruinar lo bello de una seguidilla de mockups preciosos con una foto de tu cuaderno con flechas, rayas y sticky notes.