Cómo estudiar y trabajar a la vez: 8 consejos

Cómo estudiar y trabajar a la vez: 8 consejos para organizarte

Estudiar y trabajar al mismo tiempo es uno de los desafíos más difíciles a los que podemos enfrentarnos. Requiere de compromiso, constancia, disciplina y determinación de nuestra parte. Sin embargo, eso no suele ser suficiente: debemos sumarle organización y planificación a la receta para conseguir el éxito.

Como muchas personas, me tocó combinar estas dos actividades durante una etapa de mi vida (y aunque sigo capacitándome, confieso que nada es tan estresante como las exigencias y los tiempos de la Universidad). Al cabo de un año estaba súper abrumada, sin embargo -por suerte- los problemas siempre traen oportunidades. Así fue como aprendí a organizarme y, tras prueba y error, hoy vengo a contarte las claves para balancear la vida entre el estudio y el trabajo. ¡Espero que te ayuden tanto como a mí!

 

1. Asumí el compromiso

La base para lograr estudiar y trabajar a la vez es estar comprometido con ambas actividades. Esto quiere decir que tenemos que ser conscientes del sacrificio que supone para después esar dispuestos a hacer el esfuerzo. Es sano preguntarnos: ¿El sacrificio vale la pena para mí en este momento específico de mi vida? Estudiar es el medio para un fin, ¿cuál es ese fin para mí?

Como en todo, construir bases sólidas y objetivos claros le da seguridad al proyecto y a nosotros mismos.

 

2. Organizate y planificá

Te recomiendo establecer una meta específica a mediano plazo y descomponerla en tareas específicas a corto plazo. Esto va a ayudarte a entender mejor qué tenés que hacer durante qué período de tiempo, además de proporcionarte satisfacción cuando ves que vas cumpliendo tus objetivos. Luego, distribuí las tareas en tu calendario y ejecutalas en el plazo definido.

La técnica SMART puede servirte para redactar tu meta principal asegurándote de que sea específica, medible, alcanzable, relevante y temporal.

3. Intencioná tu tiempo

En el contexto de planificar cómo estudiar y trabajar, podemos dividir nuestro tiempo en dos categorías: Tiempo productivo y tiempo no productivo. Es importante reconocer que uno existe gracias a que existe el otro y que ambos son igual de necesarios.

Tener el hábito de intencionar tu tiempo para ser o no productivo es una excelente manera de evitar la culpa que a suele aparecer en los momentos de ocio, cuando en teoría “tendríamos que estar haciendo otra cosa”. Si ese ocio estaba planificado, no hay de qué preocuparse. Las horas, días y semanas de descanso son sanas, necesarias y deben formar parte de nuestra estrategia.

4. Optimizá tu tiempo

Podés usar herramientas digitales que te ayuden a organizar y gestionar tus tareas para sacarle el máximo provecho a tu tiempo. Te recomiendo:

5. Ocupate de tu descanso y alimentación

Dormir bien permite que el cerebro se oxigene y reponga los neurotransmisores cerebrales. Alimentarnos de manera saludable nos proporciona los nutientes necesarios para tener la energía que necesitamos.

Si tenés la posibilidad de recurrir a un/a nutricionista para que te arme un plan de alimentación acorde a tus necesidades y rutina, sería ideal. ¡Todo es cuestión de planificación y ejecución!

6. Sé constante

Es mejor estudiar 1 hora de lunes a viernes que 5 horas un sábado. Además, cuando hacemos algo de forma periódica y constante, lo estamos convirtiendo en un hábito. Al principio nos cuesta, pero después es simplemente parte de nuestra rutina, casi tan normal como cepillarnos los dientes o tender la cama.

7. Automotivate

Recién cuando entendés que la motivación es mucho más interna que externa, tomás magnitud del inmenso poder que hay en tus manos. Motivarte también significa recompensarse por tus logros y hacer cosas que te gustan y te hacen bien. Encontrá en vos mismo aquello que te recarga energías: tiempo de calidad con familiares y amigos, una rica comida casera, salir al cine, pasar una tarde entera tomando mates y viendo películas, ¡lo que quieras!

8. Aprendé sobre técnicas de estudio

Además de investigar sobre métodos de estudio, técnicas y ejemplos, es fundamental aprender a extraer información de la cabeza y no solo incorporarla. No basta con leer, subrayar y releer. Necesitamos transformar esa información en conocimiento, interiorizarla con nuestras palabras, nuestras vivencias y percepción del mundo. ¿Consejo? Explicá lo que estudiás: A otra persona o al espejo, pero hacelo.

Antes de despedirme, no quiero dejar de mencionar lo agotador y casi imposible que es dar el 100% en todo todo el tiempo. A veces sacaremos notas altas y otras, bajas. A veces comeremos y dormiremos bien y a veces tendremos que sacrificar unas horas de sueño. Eso está bien. Eso es realista. Lo importante es que sea la excepción y no la regla.

Somos personas que hacemos lo mejor que podemos, y eso debería ser suficiente. Con constancia, organización y disciplina, todo es posible.

¡Te deseo todos los éxitos!